Publicado por Ronny Concepción Díaz
El sector inmobiliario de la República Dominicana ha experimentado un crecimiento sostenido en los últimos años, consolidándose como uno de los más importantes de la economía nacional. Sin embargo, con la entrada en vigor de la Ley de Modernización Fiscal, se vislumbran cambios importantes que afectarán tanto a inversionistas locales como extranjeros.
El mercado inmobiliario en República Dominicana se ha beneficiado de una demanda creciente, especialmente en zonas turísticas como Punta Cana y Samaná, donde los desarrollos residenciales y vacacionales han atraído a compradores internacionales. La estabilidad económica del país y sus políticas de promoción del turismo han sido factores clave para este crecimiento.
La reciente Ley de Modernización Fiscal tiene como objetivo aumentar los ingresos tributarios del Estado y reducir la evasión fiscal. Uno de los cambios más significativos que afectará al sector inmobiliario es la reestructuración del Impuesto al Patrimonio Inmobiliario (IPI). Las propiedades de alto valor, que anteriormente estaban exentas o beneficiadas con reducciones fiscales, ahora enfrentan un mayor impuesto, lo que podría impactar el flujo de inversiones en propiedades de lujo.
Este nuevo panorama plantea retos para desarrolladores y propietarios de inmuebles suntuarios, pero también genera oportunidades de inversión en proyectos de vivienda asequible y desarrollos sostenibles, que serán menos gravados y más favorecidos por el marco fiscal.
A pesar de los ajustes fiscales, el sector inmobiliario dominicano sigue ofreciendo oportunidades sólidas para los inversionistas, especialmente en áreas turísticas y urbanas. El gobierno dominicano ha anunciado incentivos fiscales para desarrolladores que inviertan en proyectos de infraestructura pública y vivienda accesible, lo que representa una excelente oportunidad para quienes buscan diversificar sus inversiones.
Además, las mejoras en el transporte y la infraestructura urbana seguirán impulsando el desarrollo de nuevas zonas residenciales en lugares como Santo Domingo Este y Bávaro, áreas que se están posicionando como los nuevos focos de crecimiento inmobiliario.
Con la Ley de Modernización Fiscal, el mercado inmobiliario dominicano está entrando en una nueva etapa de desarrollo, donde los inversionistas deberán adaptarse a un marco fiscal más estricto pero también más equitativo. Las oportunidades seguirán existiendo para aquellos que entiendan los cambios y busquen proyectos sostenibles y accesibles.
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